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Combate de Martín García, 10 al 15 de marzo de 1814

Capitán de navío (RE) magister Tomás Merino

Hace 207 años, se libraba la primera acción de la campaña naval patriota que finalizaría el 17 de mayo siguiente, con la derrota de las fuerzas navales realistas presentes en el río de la Plata. Luego de sufrir grandes pérdidas el primer día, las fuerzas patriotas se sobrepusieron bajo las órdenes del almirante Guillermo Brown y lograron esta primera victoria patriota, donde quienes se lucieron fueron los infantes criollos que desembarcaron de madrugada en la isla.

Desembarco en la isla Martín García, Óleo, Pedro Müller, 2013.

Desde la revolución de mayo de 1810 las aguas de la cuenca del río de la Plata se mantenían bajo control de los realistas, quienes habían bombardeado 3 veces Buenos Aires, y realizado desembarcos, ataques, capturas y saqueos en los pueblos y estancias de las costas de los Ríos Paraná y Uruguay.

Pero durante 1813 los realistas sintieron cambios, más baterías costeras patriotas, el 3 de febrero san Martín aborta un desembarco realista en el Combate de San Lorenzo; y numerosos corsarios nautas (entre ellos Guillermo Brown) y a caballo los enfrentaban.

Esos cambios en las aguas del Plata fueron oportunos, pues en Europa se producían importantes cambios: A fines de 1812 Napoleón regresaba derrotado de Rusia, y a fines de 1813 liberaba a Fernando VII.

Las autoridades de las Provincias Unidas sabían que, para Buenos Aires, era muy peligroso Montevideo bajo poder realista, pero para apoderarse de Montevideo era necesario cerrar su puerto. Había que crear una Escuadra para disputar a los realistas el dominio de las aguas.

Pero los antecedentes y prejuicios eran grandes, el principal antecedente era la Primer Escuadrilla de Azopardo, vencida en San Nicolás el 2 de marzo de 1811; otro era el carácter de los bonaerenses, alejados del mar, y además las costas marítimas atlánticas, también estaban en poder realista.

El Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas ordenó los aprestos para formar una escuadra, y el Ministro de Hacienda Juan Larrea, como virtual Ministro de Guerra, Ejército y Marina, en reemplazo de Francisco Javier de Viana, que combatía a cargo de la Artillería en el sitio terrestre frente a Montevideo, se hizo cargo de esa tarea.

En diciembre de 1813 las Provincias Unidas presentaban un cuadro verdaderamente triste. El Ejército del Norte, Derrotado en Vilcapugio y Ayohuma se retiraba derrotado a Tucumán. Montevideo recibía refuerzos y sus defensores duplicaban a los sitiadores. Desde la Banda Oriental al Paraguay respondían a Artigas enfrentado a Buenos Aires. Chile era atacado por los realistas desde Lima. Buenos Aires, mostraba un desaliento general, y solo tenía una balandra despreciable y el lanchón de la Capitanía del Puerto. En el arsenal no había más que 30 cañones de diferentes calibres y muy usados. No había absolutamente jarcias, lonas ni cables, escaseaban los fusiles, no había pólvora, y se ignoraba de donde sacarían marineros y oficiales de mar.

Larrea piensa en el comerciante norteamericano Guillermo Pío White, quien tuvo las más amplias facultades para comprar y reunir cuanto fue necesario para poner en el río una fuerza naval sin detenerse en los precios, así financió y consiguió lo necesario para armar la escuadra. No fue muy cuidadoso, hubo altos costos y años después no logró cobrar todo lo que reclamaba, estuvo preso y fue desterrado.

En cuanto al jefe de la Escuadra, entre los propuestos Benjamín Franklin Seaver, estadounidense, recomendado por White y Estanislao Courrande, francés, corsario conocido en Buenos Aires desde 1803, fue elegido Guillermo Brown, comerciante y navegante irlandés, y que se había enfrentado con sus naves a los realistas en el río durante los meses anteriores.

Brown asumió como jefe de la Escuadra el 1 de marzo con el grado de Teniente Coronel.

En cuanto a los tripulantes, el reclutamiento estuvo a cargo de Ricardo Baxter, los tripulantes de las naves adquiridas aceptaron incorporarse al escalafón militar, algunos criollos sirvieron como artilleros e infantes de marina.

En pocos meses, se organizó la Escuadra. Los Realistas no se quedaron de brazos cruzados, a mediados de febrero aprestaron una Escuadrilla sutil (naves ligeras y de poco calado), con la idea de Bloquear y bombardear Buenos Aires, y si era posible Incendiar o apresar los buques patriotas en alistamiento. La pusieron al mando del Capitán de Navío Jacinto de Romarate, Vizcaino (vasco), Guardiamarina de El Ferrol, Héroe de las Invasiones Inglesas, vencedor de Azopardo en San Nicolás. Posteriormente, en España llegó a Jefe de Escuadra, la reina lo designó Consejero de Estado.

Brown dijo de él en sus Memorias: “¡En todos mis combates, jamás tropecé con un hombre más bravo!”

Esa Escuadrilla zarpó de Montevideo el 17 de febrero, se dirigió al NW de Colonia del Sacramento, a las Islas de Hornos. Con su buque más veloz y mediante informes, confirmó la magnitud y avance de los preparativos de Buenos Aires. Romarate solicitó a Montevideo el envío de la otra escuadrilla que se estaba alistando, pero ya era tarde, el núcleo de la Escuadra Patriota ya estaba alistado.

El 8 de marzo la Fragata Hércules, junto con la corbeta Céfiro y el bergantín Nancy zarpan a órdenes de Brown hacia Colonia. Romarate con sus naves se dirige al Canal Martín García donde fondea a la noche, las naves patriotas fondean a la vista de los realistas el 9 de marzo a las 17, reforzadas con 2 goletas, 1 balandra y un falucho.

Al amanecer del 10 de marzo, con viento flojo del ESE, los buques patriotas levan anclas, y navegan hacia los realistas que continuaron fondeados.

El resumen del combate puede sintetizarse en que por el lado patriota hubo improvisación y cantidad, mientras que por el lado realista primó la veteranía y calidad.

Romarate tenía fondeados sus buques en línea cerrando el canal Martín García. Posición táctica muy bien elegida: ya que lograba el corte de la “T”, con las bandas artilladas de sus buques enfrentando las proas enemigas.

El Canal angosto rodeado de la isla y bancos, dificultaron la maniobra patriota, en especial de buques grandes.

Brown dividió su fuerza, los 4 buques mayores atacaron de frente a los realistas, mientras los 3 menores rodearian la isla por el canal del Infierno y atacarían por retaguardia.

A las 1330 la Juliet comienzó el cañoneo, luego el resto de los patriotas y los realistas respondieron, en esta primer acción mueren los comandantes de la Hércules y la Juliet.

La Hércules intenta el abordaje del Belén, pero muere el práctico y queda varada a tiro de fusil de la isla y con la proa hacia las naves realistas, impidiendo que su artillería respondiese el fuego realista que recibía desde los buques y desde una batería en la isla.

Los buques patriotas menores no lograron su cometido al salirles a su encuentro 4 naves realistas, y volvieron a reunirse con las mayores.

La Hércules fue cañoneada hasta el anochecer, tuvo muchas bajas (45 muertos y 50 heridos) y numerosas averías (82 impactos en el casco).

Durante la noche Brown recorre los otros buques y la Hércules varada logra virar para usar sus cañones. Al amanecer del 11 de marzo, la Hércules cañonea a las naves y batería realistas, a las 0930 flotó y por la corriente y la única vela que podía usar logró alejarse y vuelve a varar, pero lejos del enemigo.

En esta primera fase del combate Romarate es el vencedor, pero Brown no cejó y muestra su temple, en vez de volver a Buenos Aires, pidió refuerzos y pensó como derrotar a los realistas.

Ahora su Plan, dada la fortaleza de la posición realista, era tomar la isla, desde allí hostilizar las naves realistas y luego volver a atacarlas desde la isla y con todos los barcos patriotas.

Durante los siguientes 3 días, del 12 al 14 de marzo, Brown recibe tropas de refuerzo, repara la Hércules y ordena a su subordinado Baxter que dirija el desembarco.

El 15 de marzo a las 0400 comenzó el desembarco, desde la isla se respondió con fuego de fusilería, pero los realistas se alejaron al contestar los patriotas con tiros desde los botes y con 2 cañonazos desde los buques.

En tierra los patriotas, criollos acompañados de ingleses e irlandeses al compás de pífano y tambores a los sones de la música de San Patricio, avanzaron y toman la isla. Los realistas optaron por embarcar en sus buques.

Las bajas patriotas fueron 3 muertos y 5 heridos, las realistas 10 muertos, 7 heridos y 40 prisioneros.

Las naves patriotas y las baterías tomadas en tierra maniobraron ahora para atacar a las naves realistas, pero Romarate ordenó alejarse hacia el Norte a remo y a la espía, pues tenía el viento y corriente en contra.

Brown ordenó perseguirlos, pero no hubo un combate importante, las escaramuzas terminaron el 17 de marzo al internarse los realistas en el Río Uruguay.

Las consecuencias del combate de Martín García fueron:
  • La separación de la Escuadrilla de Romarate del resto de las Fuerzas navales realistas.
  • Montevideo perdió a su mejor oficial superior, y los mejores oficiales y marineros.
  • Brown demostró sus cualidades:
      o Sobreponerse a la adversidad.
      o Infundir aliento a sus subordinados.
      o No abandonar la tarea hasta el triunfo final.
      o Probó su valor y dio el ejemplo a sus subordinados.
      o Genio Táctico (tomar la isla y luego ir por los realistas)
  • El punto culminante fue el desembarco y la toma de la isla, y tanto el jefe de los infantes, teniente Oroñá, como la mayor parte de la tropa eran criollos.
  • El reconocimiento del valor y conocimiento profesional de Romarate, pues con fuerzas inferiores obtuvo el primer día un triunfo parcial.

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